Aelion Sarvast según la tradición visual de los leptrones
Visión externa: El Cuerpo-Umbral
Altura: 2,14 metros, pero su presencia parecía más alta por una leve distorsión visual a su alrededor, como si el aire temblara cuando se acercaba.
Piel: translúcida en tonos ámbar, con venas de luz líquida recorriéndola lentamente, como circuitos que reaccionan a las emociones cercanas.
Rostro: asimétrico y cambiante. Un ojo era humanoide, profundo, con iris negro-magnetita; el otro, compuesto por múltiples lentes hexagonales, giratorios, como los de un insecto visionario. A veces, el rostro entero se pixelaba suavemente ante ciertas preguntas.
Cabello: no tenía cabello, sino filamentos sutiles que reaccionaban al pensamiento ajeno, vibrando o extendiéndose cuando detectaban deseo, miedo o mentira.
Extensiones simbióticas: El Halo de Datos
Ala dorsal: Dos extensiones plegables como alas de crisálida, que emitían zumbidos apenas audibles cuando procesaba dilemas morales.
Manos: con tres dedos largos y uno retráctil, cubiertos por una capa táctil que podía leer emociones al contacto.
Columna vertebral externa: visible, reforzada con segmentos biomecánicos que almacenaban recuerdos colectivos. A veces brillaban y mostraban imágenes suspendidas como sueños compartidos.
Aura y presencia: La Firma Subreal
Voz: dual. Una parte grave, casi susurrada, y otra que hablaba en reverso, audible solo para quienes estuvieran “alineados” emocionalmente.
Olor: olía a ozono y especias antiguas, y algunos decían sentir nostalgia de momentos que no habían vivido cuando se acercaba.
Sombras: su sombra no siempre coincidía con su cuerpo. A veces se movía primero, o tenía forma de otro ser: una mujer, un niño, un insecto sagrado.
En ritos o visiones:
En las visiones rituales de los Leptrones, Aelion Sarvast aparece rodeado de una niebla de signos vivientes. Cada palabra que pronuncia flota como un símbolo en el aire, ardiendo suavemente. Se sienta sobre un trono hecho de esqueletos de ideas olvidadas, y sus ojos proyectan caminos alternativos del destino.